domingo, 13 de enero de 2008

EURO-EXOTICA #1. WOUT STEENHUIS

Desde los años 50 hasta bien pasados los 70 se produce en Europa una enorme cantidad de música hawaiana.

Por esto y por sus características peculiares, no parece descabellado hablar de estos sonidos tropicales del Atlántico norte como un subgénero propio.

Curiosamente, los americanos no parecen tener gran interés en esta música Euro-polinesia. Le achacan falta de autenticidad, requisito que no parece preocuparles en el resto del atrezzo de un buen tiki bar. Al fin y al cabo, no es más auténtico un Tiki californiano que un suizo tocando un ukelele.

De todas maneras, reconozco que puede resultar un concepto algo difícil de asimilar.

Las imágenes de obesos músicos alemanes grabando sonidos de los mares del sur en un frío estudio de Berlín, tras una sesión anterior interpretando polkas, o pálidos ingleses con camisas floreadas rasgando un ukelele y cantando clásicos Hapa Haole con acento cockney, resultan más bien inquietantes y cuesta relacionarlas con los sonidos amables y serenos de la música hawaiana.

Pero la verdad es que los resultados, en la mayoría de los casos, pasan sin problemas los más exigentes controles de calidad y cuando no es así, no dejan de ser totalmente disfrutables por lo aberrante de los mismos (escuchar “Blue Hawaii” cantado en alemán, es algo que todo el mundo debería experimentar al menos una vez en la vida).

Aunque a veces se intentaba pasar estos sonidos por auténticos, en la mayoría de las ocasiones parece detectarse incluso cierto orgullo en mostrar de forma inequívoca el autentico el origen de los interpretes, como con la indudablemente británica Big Ben Hawaiian Band, o Wout Steenhuis, rey holandés de la steel guitar, de quien nos ocuparemos a o continuación.

A pesar de que hoy solo sea recordado por jubilados británicos que han podido mantener a raya su arteriosclerosis y aficionados a la música Euro polinesia (media docena de personas según el último censo), es un gran músico que merece ser reivindicado.

En los años 30, el joven Wout, ya tenía cierta reputación como músico de Jazz y se ganaba la vida tocando con varias bandas de swing de su país.

Durante la guerra, envasaba mermelada durante el día y luchaba con la resistencia holandesa por las noches. A causa de las heridas sufridas en combate estuvo a punto de perder un brazo, lo que hubiera arruinado su prometedora carrera como músico. Pero la providencia y la intervención de los médicos del ejercito británico (Dios les bendiga) consiguieron salvarlo.

Estas notas biográficas parecen redactadas por el mismo que dijo que Yma Sumac era una princesa Inca o que los Indios Tabajaras encontraron una guitarra en la selva brasileña., la cual aprendiero a tocar de forma autodidacta.

Hay quien las pone en duda y dice que simplemente se marchó a Gran Bretaña huyendo de los nazis, cuando su país fue ocupado.

Puestos a elegir entre realidad o leyenda yo me quedo la última sin dudarlo y estoy dispuesto a desafiar a un duelo a cualquiera que se atreva a cuestionar su veracidad.

Desde entonces fijó su residencia en Gran Bretaña, donde además de seguir fabricando mermelada, desarrollará toda su increíble carrera musical, con actuaciones en radio y televisión que se cuentan por miles (¡incluso llegó a RTVE!), y más de 30 LPs editados con cerca de dos millones de copias vendidas.

En sus interpretaciones en directo utilizaba toda estas bases pregrabadas, sobre las que añadía la melodía con su steel guitar y voz, con lo que reducía a 0 sus gastos, daba la razón a los que consideran la tacañería una de las cualidades más características de los holandeses y al mismo tiempo ofrecía a sus audiencias un sonido idéntico al de sus discos.

Aunque pierdo su pista a partir de los 90, no me extrañaría que siguiera con su guitarra y sus cartuchos de 8 pistas interpretando sus éxitos en cualquier lugar donde estén dispuestos a pagar unas libras por sus servicios.



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